ESQUEMA Isabel II 1833-1868
Etapas: Regencias de Mª Cristina y Espartero (1833 – 1843)
Mayoría de Edad (10/111843 – 18/9/1868)
Las Guerras Carlistas
Los carlistas defienden básicamente.
La religión católica al servicio del Papa
La existencia de los Fueros y sus trabas o privilegios
Monarquía de origen divino.
Fases:
1ª desde el otoño de 1833 al verano de 1835
Adhesión rápida de campesinos del Norte y Este peninsular
Zumalacárregui dirige las operaciones. Muere en el asalto de Bilbao en junio de 1835
2ª desde verano de 1835 al otoño de 1837
El general Miguel Gómez se pasea por España y llega hasta Cádiz, Ramón Cabrera llega desde el Maestrazgo a Madrid (Vallecas) al tiempo que el rey Carlos Mª Isidro, no toman la ciudad pues el esperaba un recibimiento con apoyo del pueblo pero no fue así
3ª desde el otoño de 1837 al 31 de agosto de 1839.
La guerra se está haciendo larga y fatigosa.
Se propicia un encuentro amistoso.
Se firma el Convenio de Vergara entre Espartero y Maroto el 31/08/1839.
Sus consecuencias son: Se pueden reintegrar los militares
Ayudas para huérfanos y viudas de guerra
Posible revisión de fueros.
Las guerras carlistas tendrán varias fases más con sus descendientes.
LA REGENCIA DE Mª CRISTINA:
Se continua con Cea Bermúdez quien se muestra arrogante y resta apoyos a la Corona
Nueva división de España en provincias : Javier de Burgos.
Se inicia el acercamiento a liberales moderados y a crear una constitución.
El Estatuto Real. Los capitanes generales presionan a Mª Cristina.
Nace un proceso hacia la Carta Otorgada.
El Estatuto: Defiende la existencia de dos Cámaras.
Los Próceres (Senado) de nombramiento real (60 y 80.000 reales de renta)
Los Procuradores (Congreso) + de 30 años con 12.000 reales.
El Rey: Convoca y disuelve las Cortes. Legisla con ayuda de Cámaras.
Hay Consejo de Ministros bajo el rey.
Nace una nueva ley electoral en 1834 que da derecho a votar a unas 16.000 personas, será modificada en 1836 y se permitirán votar a unas 70.000 personas.
Los moderados: Los Moderados son los que representan la oligarquía del liberalismo.
La soberanía histórica en el rey y la nueva en las Cortes.
El poder debe estar en base a riqueza e inteligencia, por ello inútil mayor censo electoral.
En economía defienden el proteccionismo por todo ello el “altar y el trono”
La apoyan los terratenientes, aristócratas, funcionarios, periodistas y afrancesados.
Los progresistas:
Los progresistas defienden la soberanía nacional y por ello limitan el poder de la Corona.
Partidarios de los municipios y la Milicia Nacional
En economía defienden el liberalismo y defienden las desamortizaciones enfrentándose a la iglesia
La apoyan los anticlericales, los burgueses activos como abogados y banqueros.
Cuentan con pocos electores legales por ello piden ampliación del censo y sino aplican los pronunciamientos.
Los gobiernos de la Regencia de Mª Cristina.
1.- El Conde de Toreno (junio a septiembre del 1835) vence a carlistas pero no convence.
2.- Juan Álvarez Mendizábal 14/9/1835 y Calatrava como Ministro de Hacienda. Progresistas
Reparto de cargos en las Diputaciones entre los exaltados.
Desamortización para evitar quiebra de hacienda.
Desamortización de bienes eclesiásticos en marzo de 1836.
Venta de la desamortización en junio de 1837.
Abolición del diezmo.
3.- Francisco J. Istúriz mayo de 1836. Es moderado
Desea disolver la Milicia Nacional.
Los sargentos del norte a la sazón en Madrid asaltan La Granja.
La reina jura la Constitución de 1812 y llama a los progresistas.
4.- José Mª Calatrava 12 de agosto y como ministro de Hacienda Mendizábal
Ley de municipios
Abolición de señoríos febrero de 1837
Ley de imprenta, Incremento de Milicias Nacionales
Nueva ley electoral que permite votar 1/48 españoles
La Constitución de 1837. Consta de 77 artículos y dos disposiciones adicionales.
Defiende:
Soberanía nacional.
Sistema de representación Congreso de Diputados y Senado
Diputados cada tres años de forma directa por los de más de 25 años
Senadores los nombra el rey de una tripe lista. Hay al menos uno por provincia, debe tener más de 40 años.
Las Cámaras legislan, toman juramento, eligen regente, exigen responsabilidades a Ministros.
Los presupuestos los aprueba el Congreso y visto del Senado.
El Rey no tiene responsabilidad política
Tiene derecho de veto una vez sobre la leyes en una legislatura
Puede disolver las Cortes.
La administración local la eligen los vecinos con derecho a voto.
La Milicia Nacional se erigen como elemento de mantenimiento de orden y apoyo al ejercito.
Las relaciones Iglesia – Estado. La libertad de culto se establece pero se comprometen a mantener la católica y sus ministros.
Se permite imprimir sin censura previa.
Se aprueba la Constitución y se convocan elecciones (junio de 1837) para desarrollar la etapa legislativa.
Los resultados dieron triunfo a los moderados y comienzas los retoques a lo aprobado por los progresistas.
La ley de ayuntamientos se plantea como foco principal.
Los moderados con mayoría en Cortes proponen: el Gobierno elige alcaldes en ciudades grandes (2000) y el resto los gobernadores provinciales.
Los progresistas alegan ataque a la independencia de los municipio.
Se aprueba en junio de 1840 y los progresistas se rebelan por violación del artículo 70 de la Constitución.
LA REGENCIA DE ESPARTERO.
En julio de 1840, Baldomero Espartero, héroe del Convenio de Vergara desde Cataluña toma el poder del Gobierno y la regencia de Isabel II (mayo de 1841).
Se celebran elecciones y los progresistas salen victoriosos ante la dejadez de los moderados que no se presentan como protesta contra Espartero.
En septiembre se completa la desamortización vendiendo bienes inmuebles y fincas urbanas.
Los presupuestos del ejercito se restringen y hay descontento
Hubo pronunciamientos como Diego de León (fusilado) y Manuel de la Concha
O´Donnell, Narváez. Los apoya Mª Cristina y Luis Felipe de Orleáns.
El descontento reina en todos los rincones.
Los moderados buscan un aglutinador y lo hallan en Narváez.
Las actuaciones de Espartero a favor de Ayacuchos y medidas liberales en economía subleva a catalanes que son dominados con el bombardeo de Barcelona.
En 1843 hay elecciones y los progresistas salen divididos en militares y civiles.
Olózaga inicia las conspiraciones y el descontento acaba con Espartero.
Narváez viene en junio del exilio y en julio se enfrenta en Torrejón de Ardoz a Seoane (Gº) y el 2 de agosto Espartero se va al exilio desde el Puerto de santa María a Londres.
MAYORÍA DE EDAD: REINADO DE ISABEL.
El 10/11/1843 es coronada reina de España (13 años).
Mª Cristina está en el exilio con escándalos económicos y su matrimonio morganático.
El reinado sufre grandes cambios en economía, industrias, y centralización del poder en manos de moderados hacia progresismo (La unión Liberal).
Las relaciones iglesia Estado se restablecen con el Concordato
Los hombres de negocios y administración mandan y el pueblo pierde protagonismo.
La Década Moderada 1844 – 1854
Los moderados llegan al poder por su pronunciamiento y victoria.
La inestabilidad se palpa, aunque se van centrando cada día.
Los moderados ganan elecciones y Narváez 1de mayo de 1844 al Gobierno
Se aplica la ley de ayuntamientos de 1840. (Centralizan el poder en el Gobierno)
La boda de Isabel Ii y francisco de Asís (octubre de 1846)
La situación se complica en 1848 en toda Europa y en España
Narváez recibe poderes excepcionales y suspende garantías constitucionales etc.
En general todos descontentos, incluso los progresistas que se escinden y nacen los demócratas.
La obra de los moderados:
La Constitución de 1845. Es fiel reflejo de las ideas moderadas.
Soberanía compartida por el Rey y las Cortes.
Doble Cámara: Diputados . por censo + 25años y rentas
Senado elige la Corona y son vitalicios. Ilimitados. Renta + 30 ó 60.000 reales
El Rey nombra ministros y senado
Administración local los alcaldes los nombra la Corona
Milicia Nacional sustituida por la Guardia Civil
La religión católica la oficial.
Se reconoce la libertad de imprenta sin que ello signifique sin censura.
El Concordato de 1851: Se acuerda:
Se reduce el número de diócesis, Los sacerdotes deben ser formados en seminarios
Matrimonio único válido el religiosos, Mantenimiento de culto y sus ministros
A cambio de no reclamar los bienes de la Desamortizaciones.
Reformas:
Fiscal. Aparecen los impuestos directos:
la contribución territorial agraria, urbana, actividades industriales
Impuestos indirectos al consumo.
Hacienda: La Peseta se divide en 4 reales
Interior: En 1844 nace la Guardia Civil, siendo ministro González Bravo, para defensa de los viandante frente los bandoleros. Su organizador es El Duque de Ahumada, quien la dota como un ente militar rígido.
Nuevo Código Penal redactado desde 1843 y puesto en vigor de pleno en 1851
La nueva división provincial se desarrolla como la base del gobierno central.
Aparecen: Los gobernadores, Las diputaciones, Los ayuntamientos de capital
Los funcionarios como profesionales al servicio del Estado.
Caída de los Moderados:
Juan Bravo Murillo gobierna sin Parlamento (enero de 1851 - diciembre de 1852).
Se realizan las obras del Canal de Isabel II, Se firma el Concordato
Se reconvierte la deuda pública, Se decreta la ley de puertos francos como los de Canarias
Propone una reforma constitucional que alarma a todos por su postura y solicitud.
Es sustituido por Roncali (marzo de 1853), éste por Lersundi (septiembre 1853), éste por Sartorius (julio de 1854).
Segunda guerra carlista:
Se intenta casar a Carlos Luis Montemolín con Isabel II pero el proyecto se desbarata por la oposición de los liberales, casándola con Francisco de Asís en 1846.
Los carlista por este disgusto del rechazo, en 1847, se sublevan en la zona de Cataluña y Levante, bajo el mando de Cabrera, quien es vencido, se tiene que refugiar en Francia, 1849. Se siguieron haciendo escaramuzas durante los años siguientes hasta que en 1855 se reaviva la contienda con el desembarco de Montemolín en San Carlos de la Rápita.
El general Ortega es capturado y ejecutado, mientras que el conde Montemolín se libra de lo mismo, previa renuncia a sus derechos en 1860.
Bienio progresista 1854- 1856
El pronunciamiento militar el 28 de junio de 1854 O’Donnell y Dulce en Vicálvaro.
Manifiesto de Manzanares. Cánovas del Castillo.
Junta Revolucionaria presidida por San Miguel, progresista.
Espartero retorna y preside el gobierno y O’Donnell ocupa la cartera del Ministerio de Guerra.
Régimen progresista: Reponen la Constitución de 1837,La Ley de Imprenta de 1837
Se aprueba la Ley de los Municipios redactada en 1823.
Libertad de asociación, Supresión de quintas, Supresión de impuestos de consumos.
Expulsión de jesuitas. Prohibición de procesiones.
Desamortización civil de Madoz, 1855.
Se realiza con bienes que afectan a la iglesia y, principalmente, municipales.
Motivo: Necesidad de ingresos del Estado para subvencionar el Plan de Ferrocarriles y la deuda pública.
La reina se justifica y pide perdón al Papa.
Las ventas de las tierras se efectuó en dinero metálico.
Ruptura con Roma. Gran agitación anticlerical.
Resurrección de Carlistas.
Problemas sociales. Huelga general, marzo del 54.
Incendios de fábricas.
Nueva Ley de Asociación.
Levantamientos populares en el campo.
Ley General de Ferrocarriles: Plan radial 5.000 km construidos. Madrid, la frontera francesa y la costa.
Ley de Banca: Llega capital extranjero,
Nueva Ley de Sociedades Anónimas. Permite el control de ellas al Estado.
La obra política del Bienio:
Suspensión de la Constitución de 1845.
Reunión de Cortes para hacer una nueva Constitución.
Redacción de la Constitución de 1856 “Non Nata”
La Constitución de 1856 no promulgada.
Soberanía nacional. Senado electo. Diputación permanente de Cortes.
Mayor derecho al voto. Libertad religiosa. Concejales elegidos por sus vecinos.
Jurado para delitos de imprenta. Nueva Milicia Nacional.
Reinado de Isabel 1856-68
La dimisión de Espartero (en junio de 1856) provocó inestabilidad y se hace cargo del movimiento O’Donnell, quien disuelve las Corte.
Alternancia de gobiernos moderados y unionistas.
Narváez sustituye a O’Donnell, septiembre de 1856
El 15 de septiembre del 56 se restaura la Constitución de 1845:
la Ley de Prensa prohíbe la crítica a la Corona y al Gobierno.
Nacimiento de la Unión Liberal: progresistas y moderados disidentes.
Ley Moyano: 1856. Regula la enseñanza en España obligando hasta los 14 años a su educación
El moderantismo de O´Donnell junio de 1858 a marzo de 1863
Elecciones, junio de 1858
La economía tiene un buen crecimiento que durará hasta 1867.
Mejora el comercio exterior de hierro, aceite y vino.
El Plan de Ferrocarriles se asienta y llega capital inglés, belga y francés.
Vascos y catalanes hacen sus propias vías.
Ley de Hipotecas para seguridad de los inversores.
Conflictos exteriores:
Cuba. Los EE.UU. fomentan la separación o independencia de la isla. Su guerra de secesión pospone el tema.
Guerra de Marruecos. En la costa marroquí hay frecuentes agresiones de los cábilas del sultán contra los débiles militares de España.
España levanta fortificaciones, y 1859 se declara la guerra a Marruecos. O’Donnell dirige la operaciones.
Vencen a los marroquíes en Sierra Bullones, los Castillejos, Guad-el- Gelú y Tetuán.
Tras la conquista de Tetuán, zona de Tánger, hay una gran batalla: Wad-Ras que supondrá el fin y el tratado de 1860.
Marruecos en él reconoce Melilla, Alhucemas, Ifni.
Pagaba los gastos de la guerra y otras pequeñas concesiones. O’Donnell es nombrado Duque de Tetuán.
Expedición a Méjico.
Llega al poder Benito Juárez.
No quiere reconocer las deudas que tiene con Francia, Inglaterra y España.
El grupo europeo envía un ejército bajo el mando de Prim.
Éste consigue que Juárez firme el convenio de Soledad en el que accede a reconocer l deuda por ello Inglaterra y España se retiran.
Francia invade Méjico y coloca al Emperador Maximiliano de Austria que acabará sus días fusilado en 1867 en Querétaro.
Guerra del Pacífico. Cochinchina.
Es una expedición llevada a cabo entre España y Francia en Annam, para castigar asesinatos de misioneros en Tonquín cerca de Saigón, 1862.
Los franceses permanecerán en la zona y los españoles se retiran a Filipinas potenciando el colonialismo en las islas.
Revuelta campesina: Loja 1861.
Gobiernos Breves con poco soporte político
La Unión Liberal comienza a desintegrarse a partir de febrero de 1863.
No hay soporte suficiente entre los partidos que empiezan a subdividirse.
En 1864-1865 el nuevo gobierno lo dirige Narváez.
En él hay protestas estudiantiles, de profesorado produciéndose la matanza de San Daniel.
En junio del 65 Isabel II llama a O’Donnell pero tampoco se asienta la vida política.
Hay protestas y 40 sargentos del cuartel de San Gil, junio del 66 se pronuncian y acaban siendo fusilados.
La impopularidad de las ejecuciones hace que caiga éste y vuelva Narváez.
Pacto de Ostende 1866.
La Unión Liberal de Cánovas, Serrano y Dulce colaboran con los del pacto de Ostende (París) y apoyado por progresistas, demócratas y republicanos, le proponen a la reina, a través de O’Donnell, la abdicación en su niño Alfonso.
En 1867, las primeras revueltas en el noreste fracasan.
González Bravo sucede a O’Donnell, se creyó fuerte pero precipitó la rebelión ya que había exiliado a los principales jefes de la oposición.
La revuelta de 1868: grave crisis económica como consecuencia de la guerra civil en Norteamérica que repercute en las industrias españolas y en la banca.
Septiembre de 1868: Fin de Isabel II
Pronunciamiento militar Prim, Topete, Serrano, Sagasta, Ruiz Zorrilla se pronuncian y toman el mando del ejército.
Las tropas de Isabel II fueron derrotadas en Puente de Alcolea (Córdoba) sin apenas oposición.
La reina, desde Lequeitio (San Sebastián) se exilia pasando la frontera y se proclama el sexenio revolucionario o democrático.
DESARROLLO
TEMA 10. 1 La OPOSICIÓN AL SISTEMA LIBERAL: LAS GUERRAS CARLISTAS. LA CUESTIÓN FORAL.
EL PLEITO DINÁSTICO Y OPCIONES POLÍTICAS. CARLISMO Y GUERRA CIVIL.
PLEITO DINÁSTICO Y OPCIONES POLÍTICAS.
En 1830, nace la hija del Rey, Isabel, y esto dio lugar a un grave conflicto en la sucesión al trono.
La Ley Sálica, impedía el acceso al trono a las mujeres, pero Fernando VII, promulgó la Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica y abría el camino al trono a su hija y heredera, Isabel II.
Los partidarios de Don Carlos (carlistas) se negaron a aceptar la nueva situación.
D. Carlos agrupaba las fuerzas más partidarias del Antiguo Régimen, los defensores de la tradición, los opuestos a cualquier forma de liberalismo.
María Cristina de Borbón se apoyó en los sectores más cercanos al liberalismo.
En 1833, Fernando VII murió, dejando como heredera del trono a su hija, y nombrando a la Reina gobernadora hasta la mayoría de edad.
D. Carlos se proclama rey y se inicia la primera guerra carlista.
El carlismo, tradicionalista y antiliberal, englobó a una parte de la nobleza rural, a gran parte dela clero y a una base social campesina de las zonas rurales del País Vasco, Navarra y parte de Cataluña, Aragón y Valencia. Gran parte de ellos eran pequeños propietarios empobrecidos, artesanos arruinados, que veían con desconfianza las reformas tributarias, la igualdad jurídica, la separación de la Iglesia del Estado y la abolición de los fueros.
Bajo el lema de “Dios, Patria y Fueros” se agruparon los defensores de la legitimidad de la monarquía absoluta, de la preeminencia de la Iglesia católica y de la conservación de un sistema foral particularista. Representaban a una sociedad arcaica y conservadora.
La regente María Cristina contó desde el principio con parte de los absolutistas que se mantuvieron al lado de su hija, quién además pactó muy pronto con el liberalismo moderado, partidario de un compromiso con la Corona que permitiese garantizar tránsito al régimen liberal sin las sacudidas derivadas de una revolución popular.
La Regente se vio obligada a acceder a las demandas de reformas más progresistas que permitieran aglutinar a la base popular de las ciudades y a las clases medias ilustradas, (clásica fuerza de apoyo del liberalismo desde Cádiz).
Entre ambos bandos se inició una larga guerra de seis años, que no sólo tuvo un escenario militar, sino que implicó a toda la sociedad española, enfrentada a los partidarios de una u otra opción ideológica.
(El conflicto del carlismo y la defensa de sus valores planearon sobre la sociedad española a lo largo de todo el S. XIX).
2. CARLISMO o GUERRA CIVIL
La primera guerra carlista.
El carlismo no logra atraerse a la población de las grandes ciudades, que toma partido por la causa liberal. Internacionalmente no tiene apoyo, Francia y Reino Unido se decantan por la regente; las potencias absolutistas como Rusia, Prusia y Austria se abstienen de prestarle apoyo militar o económico.
a) Primera fase. Entre otoño de 1833 y el verano de 1835, se produce la rápida adhesión de masas de campesinos de los territorios vascos, navarros y catalanes, así como de la zona levantina del Maestrazgo, afectados por las leyes del Trienio Constitucional que obligaban al pago de sus arrendamientos en dinero y no en especie.
El militar carlista Tomás de Zumalacárregui es quien lleva a cabo el esfuerzo organizativo; por ello, las Diputaciones de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa le otorgan la jefatura de los ejército del norte. Zumalacárregui muere durante el asedio a la ciudad de Bilbao, en junio de 1835.
b) Segunda fase. Desde el verano de 1835 hasta el otoño de 1837 se extienden las operaciones militares a todo el territorio nacional. Adquieren especial relieve las campañas del general carlista Miguel Gómez, que llega hasta Cádiz. El propio Carlos llega a Vallecas y hace un breve asedio de Madrid, donde confluye con Ramón Cabrera, el Tigre del Maestrazgo, pero, al ver que no es querido por la ciudad, se produce el repliegue y retirada de las tropas carlistas hasta la zona del Ebro.
c) Tercera fase. Desde finales de 1837, como consecuencia del desgaste de las tropas carlistas, empiezan a producirse disensiones en su seno que propician el acuerdo con los ejército de María Cristina. Este entendimiento se plasma en el Convenio de Vergara, alcanzado entre Espartero (cristino) y Maroto (carlista), el 31 de agosto de 1839, como resultado de una negociación que ofrece la posibilidad de retiro para los militares carlistas o su integración en el ejército liberal y la negociación para el mantenimiento de los fueros en las provincias vascas y Navarra. Sólo los partidarios de Cabrera resistirán en la zona del Maestrazgo, en una guerra ya perdida, hasta su total derrota en 1840.
d) Consecuencias. Las sucesivas guerras carlistas suponen para España:
- Inestabilidad política en el conjunto del país, aunque el carlismo arraiga, principalmente, en las zonas rurales de Cataluña, el País Vasco, Navarra y en el Maestrazgo.
- Aparición del ejército como protagonista de la vida política, con generales que alcanzan gran renombre por su participación en las contiendas.
- Ingente movilización de recursos al servicio del conflicto militar, lo que agrava la situación de la Hacienda española, que debe tomar medidas excepcionales para superarla, como la ampliación de la Deuda y la desamortización de los bienes eclesiásticos.
Resumen: Las Guerras Carlistas
Los carlistas defienden básicamente.
La religión católica al servicio del Papa
La existencia de los Fueros y sus trabas o privilegios
Monarquía de origen divino.
Fases: 1ª desde el otoño de 1833 al verano de 1835
Adhesión rápida de campesinos del Norte y Este peninsular
Zumalacárregui dirige las operaciones. Muere en el asalto de Bilbao en junio de 1835
2ª desde verano de 1835 al otoño de 1837
El general Miguel Gómez se pasea por España y llega hasta Cádiz, Ramón Cabrera llega desde el Maestrazgo a Madrid (Vallecas) al tiempo que el rey Carlos Mª Isidro, no toman la ciudad pues el esperaba un recibimiento con apoyo del pueblo pero no fue así
3ª desde el otoño de 1837 al 31 de agosto de 1839.
La guerra se está haciendo larga y fatigosa.
Se propicia un encuentro amistoso.
Se firma el Convenio de Vergara entre Espartero y Maroto el 31/08/1839.
Sus consecuencias son: Se pueden reintegrar los militares
Ayudas para huérfanos y viudas de guerra
Posible revisión de fueros.
Las guerras carlistas tendrán varias fases más con sus descendientes.
Segunda guerra carlista:
Se intenta casar a Carlos Luis Montemolín con Isabel II pero el proyecto se desbarata por la oposición de los liberales, casándola con Francisco de Asís en 1846. Los carlista por este disgusto del rechazo, en 1847, se sublevan en la zona de Cataluña y Levante, bajo el mando de Cabrera, quien es vencido, se tiene que refugiar en Francia, 1849. Se siguieron haciendo escaramuzas durante los años siguientes hasta que en 1855 se reaviva la contienda con el desembarco de Montemolín en San Carlos de la Rápita. El general Ortega es capturado y ejecutado, mientras que el conde Montemolín se libra de lo mismo, previa renuncia a sus derechos en 1860.
La tercera guerra carlista.
En abril de 1872, el pretendiente de los carlistas, Carlos VII, entró en España y se produjo un nuevo levantamiento de Carlistas, en las provincias vascas y en Navarra.
Los carlistas aumentaron sus partidas en Cataluña, Aragón, Valencia, Navarra y el País Vasco.
Carlos VII entró en España por Navarra, se vio obligado a retornar, acosado por Serrano.
En Cataluña las partidas de Savalls, Tristany, Castells, etc., bajo el mando supremo de don Alfonso de Borbón, hermano del Pretendiente, siguieron manteniendo en jaque a las fuerzas gubernamentales.
Carlos VII, ofrecía las antiguas libertades a Cataluña (“lo que Felipe V como rey os quitó, yo como rey os lo devuelvo”), pero poco les atraía el carlismo
Los carlistas fundan su nuevo Estado con capital en Estella y dominaban poblaciones de Cataluña como Berga y Ripoll; y le siguen partidas carlistas en otras zonas de Murcia, Extremadura y ambas Castillas.
los carlistas consiguieron victorias como (En Estella y en Montejurra (1873) y en Portugalete (1874), pero aunque fueron derrotados, algunas partidas siguieron actuando en Cataluña y el Maestrazgo y, después de su reorganización, en el País Vasco y Navarra hasta que en 1876, se consiguió finalizar dicha tercera guerra carlista que, desde 1872, se libraba en el País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo.
En 1876 el ejército alfonsino se impuso y el pretendiente Carlos VII tuvo que exiliarse a Francia.
La guerra tuvo un gran coste humano y financiero y supuso la abolición de los fueros vascos y navarros, aunque se pactaron ciertas medidas económicas que les reportaron beneficios fiscales.
Esquema de LA TERCERA GUERRA CARLISTA.
La proclamación de la república encendió la tercera guerra carlista,
Los carlistas catalanes lograron apoderarse de Ripoll y Berga e Igualada
En julio, entró en Navarra Carlos VII y se hicieron con casi toda Guipúzcoa y Vizcaya, mientras en Navarra conquistaban Estella
En Estella se instalaba la corte, y Carlos VII de Viana amenaza la Rioja.
En todas partes, de Aragón, Valencia, Murcia, en la Mancha, Castilla, León e incluso Extremadura aparecían partidas carlistas.
En diciembre don Carlos era ungido rey por el obispo de Urgel en Loyola.
Se fundaban Academias militares en Azpeitia y Vergara y Nace la Universidad en Oñate.
Ésta era la situación al iniciarse el año 1874.
Los carlistas sitiaban Bilbao, derrotaron a Moriones y el propio Serrano.
El general de la Concha, marqués del Duero, consiguió liberar la plaza.
La Concha apuesta por los alfonsinos para restaurar la monarquía, pero su muerte en Monte-Muru, Estella (junio), aplazó sus planes.
Los carlistas no aceptan a Alfonso XII, tienen su rey en Carlos VII.
Alfonso XII tuvo que ir al frente Norte:
Hace un manifiesto a Vascos y Navarros invitándolos a dejar el carlismo.
Asume simbólicamente la jefatura de la guerra.
La guerra se hizo dura por la faltaban medios.
La guerra y sus hechos:
Las partidas del carlismo son liquidadas en Castilla y el Maestrazgo (Jovellar)
En Cataluña caen Olot y Seo de Urgell (en agosto de 1875) ante Martínez Campos y Jovellar.
En el Norte se adueñan de Elizondo, Irún, Tolosa y Estella los generales Quesada, F. Primo de Rivera y Martínez Campos.
Alfonso es reconocido desde el exterior por los países y por Cabrera (Londres)
Fin de la guerra civil:
El 28 de febrero de 1876 don Carlos (Carlos VII) pasa la frontera de Arnegui.
Supone el fin de la guerra civil y el asentamiento de Alfonso XII.
TEMA 10. 2 ISABEL II: ORGANIZACIÓN DEL RÉGIMEN LIBERAL.
El REINADO DE ISABEL II (1843-1854).
INTRODUCCIÓN. Tras la caída de Espartero en 1843 y la proclamación como reina de Isabel II, a los trece años de edad, los moderados se hicieron con el poder con el total apoyo de la corona. Inmediatamente reprimieron cualquier levantamiento de carácter progresista, desarmaron a la Milicia Nacional y restauraron la Ley de Ayuntamientos que en 1840 había dado lugar a la dimisión de María Cristina. Se iniciaba así un largo período de dominio moderado que, con breves interrupciones, gobernaría el país hasta 1868.
LOS PARTIDOS POLÍTICOS. Los dos grandes partidos de la época isabelina fueron, los moderados y los progresistas.
En 1854 se formó la Unión Liberal, (un nuevo partido que nació como una escisión de los moderados y que atrajo a su seno a los grupos más conservadores del progresismo).
La Unión Liberal pretendía constituirse como una opción “centrista” entre los dos partidos clásicos, pero no presentaba ideológicamente ninguna novedad más allá de la de unir para gobernar a los sectores descontentos con la política moderada de la primera década del reinado de Isabel II aquellos que se querían alejar de las opciones más radicales y democráticas del progresismo. Estuvo dirigido por el general Leopoldo O’ Donnell y apoyado por importantes mandos del ejército (Prim, Serrano, Topete, etc.).
La escisión del ala más radical de los progresistas dio lugar a la formación del Partido Demócrata (1849), que tendría gran influencia en la vida política de los decenios siguientes.
El Partido Demócrata o nuevo partido nació bajo el influjo de los ideales democráticos propagados por Europa en las revoluciones de 1848 y significó el nacimiento de la primera expresión política del pensamiento democrático en España. Los demócratas defendían ya el sufragio universal, la política de desamortizaciones, el respeto por algunos derechos básicos como la libertad de prensa y la intervención decidida del Estado en algunos campos como el de la instrucción pública.
Sin embargo, la diversificación de las opciones políticas no supuso un mejor funcionamiento de la alternancia política.
El ejército siguió sustituyendo, a través de los pronunciamientos, a la mecánica electoral para asegurar el cambio político, pues el fraude electoral generalizado no dejaba vías de acceso al poder para los progresistas.
LA DÉCADA MODERADA (1844-1854). Las elecciones de 1844, dieron una mayoría abrumadora a los moderados. A su frente situó como jefe de Gobierno al general Narváez, quien sentó las bases del nuevo Estado moderado y organizó sus principales instituciones.
El régimen se asentó sobre el predominio social, económico y político de la burguesía terrateniente, nacida de la fusión de los antiguos señores y los nuevos propietarios. Para estos grupos era necesario consolidad un nuevo orden social, que protegiese las conquistas de la revolución liberal contra la reacción del carlismo y al mismo tiempo, contra la subversión de las clases populares.
Se trataba de asentar un liberalismo conservador.
Para poder gobernar los moderados y la corona se aprestaron a modificar la Constitución progresista de 1837, incompatible con sus intereses. Así, una de las primeras tareas de Narváez fue preparar la reforma constitucional.
El 23 de mayo de 1845 se promulgaba una Nueva Constitución, pieza fundamental de la organización del nuevo régimen político.
La Constitución de 1845 recoge las ideas básicas del moderantismo:
1.- rechazo de la soberanía nacional y sustitución por la soberanía conjunta del Rey y las Cortes;
2.- ampliación de los poderes del ejecutivo y disminución de las atribuciones de las Cortes (legislativo);
3.- exclusividad de la religión católica y compromiso de mantenimiento del culto y clero;
4.- Ayuntamiento y Diputaciones sometidos a la Administración central;
5.- supresión de la Milicia Nacional;
6.- restricción del derecho de voto, que se remite a una ley electoral posterior
7.- Senado no electivo sino nombrado por la reina entre personalidades relevantes y de su confianza. 8.- Se mantenía gran parte del articulado de la Constitución de 1837, sobre todo, en la declaración de derechos, pero se remitía su regulación a leyes posteriores que fueron enormemente restrictivas con las libertades.
9.- confería enormes atribuciones a la Corona ya que, además de la facultad de nombrar ministros y disolver las Cortes, le otorgaba la facultad de nombrar el Senado.
Los moderados iniciaron la reorganización administrativa del Estado liberal y emprendieron reformas trascendentales:
a) La organización territorial del Estado. La división provincial de Javier de Burgos seguía vigente, pero se dotó a las provincias de entidad política poniendo a su frente a un gobernador civil. Los alcaldes pasaron a ser designados directamente por el rey, en municipios de más de 2.000 habitantes, o por gobernadores civiles.
b) La reorganización de la instrucción pública. En primer lugar se obligó a la Iglesia a dejar el control de la enseñanza y se centralizó la educación mediante la elaboración de planes de estudio iguales para todo el territorio.
Se distinguió entre escuelas primarias, a las que debería tener acceso la mayoría del pueblo, y secundarias, para las clases medias (ley José Pidal de 1845).
c) La reforma fiscal. La Ley de Reforma Fiscal de Alejandro Mon y Ramón de Santillán de 1845, tuvo como objetivo prioritario sanear la maltrecha Hacienda del Estado.
Reformaron el sistema tributario: se crearon nuevos impuestos, se elaboró un plan para asegurar su cobro y un sistema de contabilidad que comprobara con rigor los ingresos y los gastos del Estado.
La ley estableció dos tipos de impuestos: directos (gravan la renta o el patrimonio) e indirectos (gravan el consumo de algunos artículos), cuya aplicación fue una fuente constante de problemas. El impuesto sobre el consumo de bienes, porque gravaba los productos de primera necesidad, se hizo muy impopular.
Otras reformas de los moderados fueron de acción política tales como:
1.- las del orden público. Para asegurarlo elaboraron un nuevo Código Penal, publicado en 1848, y que estuvo vigente hasta 1996, y crearon la Guardia Civil (1844), (cuerpo con una organización militar pero con funciones civiles y que actuaba preferentemente en el medio rural).
2.- las del orden económico o 3.- las del ámbito de las relaciones con la Iglesia.
El moderado Bravo Murillo (1851-1853), inicia una importante política de obras públicas. Consideraron urgente la reparación de los antiguos caminos y la construcción de nuevas comunicaciones e infraestructuras que hicieran posible el desarrollo industrial.
En 1851 se aprobó la ley de ferrocarriles para corregir la desorganización de las concesiones otorgadas hasta entonces y establecer una red radial que tuviera como centro Madrid.
También se promulgó una ley de puertos para mejorar las comunicación marítimas y se proyectaron importantes obras hidráulicas, como el Canal de Castilla o la canalización del Ebro y del Lozoya.
Intentaron mejorar sus relaciones con la iglesia muy distante por culpa de la desamortización y la abolición del diezmo. En el año 1851 se firmó un Concordato con la Santa Sede, en el que se establecía la suspensión de la venta de los bienes eclesiásticos desamortizados, el retorno de los no vendidos y la financiación pública del culto y el clero. A partir de ese momento la postura oficial de la jerarquía de la iglesia católica fue la de respaldar el trono de Isabel II.
ISABEL III (1854-1868): EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856)
En el año 1854, la actitud del gobierno, partidario de reformar la Constitución para fortalecer más los poderes del ejecutivo en detrimento del Parlamento, provocó el levantamiento de los progresistas y de parte de los moderados.
La sublevación estuvo dirigida por los generales Dulce, O’Donnell y Ros de Alano, el día 28 de junio de 1854, en Vicálvaro, (Vicalvarada).
Los sublevados publicaron el Manifiesto del Manzanares (Canovas del Castillo) en demanda de la reforma de la Ley electoral, de la reducción de los impuestos y de la restauración de la Milicia.
Los levantamientos populares en algunas ciudades como Barcelona, Madrid y Zaragoza forzaron a la reina a recurrir a Espartero, quien se auto-proclamó presidente del Consejo de Ministros y compartió el poder con O’Donnell, que asumió el Ministerio de la Guerra.
Entre las primeras medidas del nuevo gobierno destacó la restauración de la Constitución de 1837 y el inicio de la redacción de otra mucho más progresista, la Constitución de 1856. Ésta, que no llegó a entrar en vigencia, proclamaba la soberanía nacional y ampliaba los derechos individuales. Además aprobó una nueva ley municipal que ampliaba el censo de electores y acaba con la intervención del gobierno en la designación de alcaldes.
Se aplica una nueva ley de desamortización (1855), impulsada por Pascual Madoz, que puso a la venta el doble de bienes que la anterior de Mendizábal. Además, de las propiedades eclesiásticas, nacionalizó y vendió bienes de uso y de propiedad común de los municipios lo que agravó la situación de los agricultores y de los ayuntamientos, unos porque han de pagar más por lo mismo y otros porque dejan de recibir los alquileres que obtenían por los pastos y bosques comunales y que eran los pocos recursos con los que contaban. Esta ley seguía reflejando los intereses de burgueses y terratenientes.
Una nueva ley de ferrocarriles (1855) favoreció que en pocos años se desarrollara una modesta red de vías férreas. Esta ley hizo posible que los inversores contasen siempre con la garantía de obtener unos beneficios a cuenta del Estado. Muchas empresas de capital extranjero, principalmente francés. Construyeron tramos de red por los que obtenían unos importantes beneficios y, a la vez, daban salida a sus productos industriales. Además, la especulación con los terrenos por los que debía el ferrocarril posibilitó un rápido enriquecimiento de constructores y propietarios.
LA VUELTA DE LOS MODERADOS (1856-1858)
En 1855, el estallido de una huelga general en Barcelona y la propagación de una nueva epidemia de cólera contribuyeron a inestabilidad la situación política, marcada desde 1854, por los sucesivos cambios de gobierno a causa de la difícil convivencia en el poder de progresistas y unionistas.
En el verano de 1856, aprovechando el descontento creado por unas violentas revueltas populares en Madrid, O’Donnel abolió la Milicia Nacional y volvió a proclamar la Constitución de 1845 al tiempo que apartaba del poder a Espartero, pero tres meses después, la reina lo sustituyó por Narváez septiembre de 1856. El 15 de septiembre del 56 se restaura la Constitución de 1845: la Ley de Prensa prohíbe la crítica a la Corona y al Gobierno.
Nacimiento de la Unión Liberal: progresistas y moderados disidentes.
Ley Moyano: 1856. Regula la enseñanza obligando hasta los 14 años a la educación.
La crisis económica que estalló (1855-1857) y las revueltas campesinas en Andalucía provocaron varios cambios de gobierno, Narváez dimitió y O’Donnell formó otra vez gobierno en 1858.
El moderantismo de O´Donnell junio de 1858 a marzo de 1863. Elecciones, junio de 1858
LA UNIÓN LIBERAL (1858-1868)
Los años de gobierno de O’Donnell y la Unión Liberal tuvieron como finalidad garantizar las libertades y el orden público para contentar a moderados y progresistas.
Además, supusieron una etapa de mayor estabilidad política y de un cierto crecimiento económico, favorecido por la coyuntura internacional. La extensión del ferrocarril, de las tierras cultivadas, de las instituciones financieras y de la industria textil catalana son buena muestra de ello.
En el terreno político se realizó una labor claramente en consonancia con las ideas moderadas; se reinstauró la Constitución de 1845, se suprimió la desamortización eclesiástica y no se llegó a aprobar la prometida ley de prensa. Se puso especial énfasis en dar una imagen de honestidad política; se revisaron las listas electores y se iniciaron algunos procesos contra políticos acusados de corrupción. Sin embargo, los intentos fracasaron.
LA POLÍTICA EXTERIOR
Lo más destacable de la política exterior española de este período son las intervenciones que configuran una política de “grandeza” (guerras de prestigio), al tiempo que estimulan a los sectores económicos relacionados con las mismas.
La expedición a la Cochinchina, la cuestión mexicana y la guerra de África son los proyectos más importantes con el gobierno de la Unión Liberal.
a) Guerra del Pacífico. Cochinchina o intervención en Asia. El asesinato de algunos obispos españoles sirve de excusa para que España intervenga militarmente en la Cochinchina (Vietnam, 1860), acompañando a Francia en sus objetivos expansionistas. Como resultado de esta actuación, España obtiene una indemnización de guerra y libertad comercial, en la zona; por otra parte, Francia fortalece su imperio asiático.
En resumen: Es una expedición llevada a cabo entre España y Francia en Annam, para castigar asesinatos de misioneros en Tonquín cerca de Saigón, 1862.
Los franceses permanecerán en la zona y los españoles se retiran a Filipinas potenciando el colonialismo en las islas.
b) La política americana o Expedición a Méjico.
Llega al poder Benito Juárez. No quiere reconocer las deudas que tiene con Francia, Inglaterra y España. El grupo europeo envía un ejército bajo el mando de Prim(1862),.
Éste consigue que Juárez firme el convenio de Soledad en el que accede a reconocer la deuda por ello Inglaterra y España se retiran.
Francia invade Méjico y coloca al Emperador Maximiliano de Austria que acabará sus días fusilado en 1867 en Querétaro.
Cuba. Los EE.UU. fomentan la separación o independencia de la isla. Su guerra de secesión pospone el tema.
c) Guerra de África o Guerra de Marruecos.
Tiene como objetivo la protección de Ceuta y Melilla contra los ataques efectuados por las cabilas. En la costa marroquí hay frecuentes agresiones de los cábilas del sultán contra los débiles militares de España.
España levanta fortificaciones, y 1859 se declara la guerra a Marruecos. O’Donnell dirige la operaciones. El desembarco de los voluntarios catalanes al mando del general Prim vencen a los marroquíes en Sierra Bullones, los Castillejos en 1860, Guad-el- Gelú y Tetuán. Tras la conquista de Tetuán, zona de Tánger, hay una gran batalla: Wad-Ras que supondrá el fin y el tratado de 1860.
Marruecos en él reconoce Melilla, Alhucemas, Ifni. Pagaba los gastos de la guerra y otras pequeñas concesiones. O’Donnell recibe el título de Duque de Tetuán.
Como consecuencia de la victoria, España coloniza Ifni.